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Sep

2022

Artículo de opinión

El teletrabajo llegó, y se quedó

El teletrabajo se asume como todo un reto. Rompe esquemas, poniendo énfasis en los estilos de liderazgo y dirección para fortalecer la comunicación y lograr las metas empresariales; es, entonces, un buen avance que beneficia a ambas partes.

Por Tania Guimac. 20 septiembre, 2022. Publicado en El Tiempo, el 17 de setiembre de 2022.

El año 2020, cuando empezó el aislamiento social obligatorio, muchos de los trabajadores cambiaron a la modalidad de trabajo virtual o teletrabajo. Inicialmente, nos resultó una maravilla; era algo que todos esperábamos desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, luego, por las condiciones sanitarias, esa modalidad de trabajo se extendió y mantuvo, finalmente, muchos hasta llegaron a habituarse. En definitiva, representó un beneficio para varios, y un martirio para otros, quienes contaban las horas que faltaban para regresar a su oficina y a su espacio privado.

A pesar de todo lo vivido, es un hecho que la modalidad de trabajo cambió un paradigma o mentalidad muy arraigada en nuestra cultura laboral. Tanto así que, el 2 de setiembre fue aprobada una norma respecto al teletrabajo en la Ley del Trabajo, oficializada en el Diario El Peruano el 11 de setiembre. En esta se detallan los beneficios para los trabajadores y, también, las obligaciones para las empresas contratantes; y, próximamente, en noviembre, entrará en vigencia total.

En la nueva norma, se estipula que un teletrabajador tendrá los mismos derechos y deberes que un trabajador que asiste a la empresa, en cuanto a los horarios, cumplimiento de metas, disponibilidad y respuesta durante la jornada laboral. La diferencia radica en los recursos asignados a un teletrabajador, porque la empresa está en la obligación de brindarle todo lo necesario para el cumplimiento de sus funciones; eso implica, equipos, acceso a internet, y demás.

La modalidad de teletrabajo será acordada entre el colaborador y la empresa; por ello, se establece que dicha modalidad será de carácter voluntario y reversible, de forma temporal o permanente, total o parcial, además de flexibilizar la distribución del tiempo de la jornada laboral.

Es curioso apreciar, después de más de dos años de empezada la pandemia, cómo esta nos obligó a cambiar la forma de trabajar, y, sobre todo, entender, que el trabajador no necesita estar físicamente presente para cumplir sus funciones y sumar a los objetivos de la empresa. Ese, considero, es un gran logro para las empresas, porque implica madurez, autonomía y confianza del líder para gestionar equipos remotos, ya sea dentro del territorio nacional o fuera de este.

Al ser un acuerdo libre entre el empleador y el empleado, el teletrabajo se asume como todo un reto. Rompe esquemas, poniendo énfasis en los estilos de liderazgo y dirección para fortalecer la comunicación y lograr las metas empresariales; es, entonces, un buen avance que beneficia a ambas partes.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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